Capítulo 20 - Golpes Fatales

Cuando Nyka se acercó al centro de su escondite, su sonrisa se amplió.

No podía esperar para contarle a su padre que el Heredero no había regresado —su Heredero y esa cosa extraña que había traído aquí con él.

Ese mortal.

Inútil.

¡Era una buena liberación!

Ambos se habían ido, ahora la cordura regresaría.

Nyka no podía esperar para contarle esto a la gente, para ver cómo sus rostros perdían la esperanza y finalmente se daban cuenta de que los únicos que realmente tenían eran ellos mismos. No podía esperar hasta que su tonta forma de felicidad finalmente se evaporara y fuera reemplazada por algo real, tal como le había sucedido a ella muchos años atrás.

Debían verlo sin ninguna niebla de duda o esperanza en otra entidad, debían ver las cosas tal como eran realmente.

Pero cuando Nyka se acercó al centro de la cueva, se dio cuenta... algo estaba mal.

Había muchas personas alineadas fuera de la cortina que conducía a la habitación de la cueva de Gamama.