Capítulo 54 - Ik'la Ikrus

Ella apartó su mano de él, sintiendo las chispas de ese estúpido contacto ya descontroladas en sus venas, su cuerpo traicionándola por reaccionar de esta manera. La hacía sentirse aún más enfurecida. Incluso su cuerpo no la estaba apoyando en esto.

—¡Eres un loco! —ella siseó—. ¡Una bestia loca de lo que sea que eres! ¿Para qué fue eso?

—Estás herida —su voz tenía esa calma que la enfurecía y una vez más, él extendió la mano hacia ella.

—¡No! —ella se alejó.

—No he terminado.

—¡Dije que no!

—Hay más.

—¡Lo limpiaré yo misma! —ella soltó, dirigiéndose hacia la puerta y ahora sintiendo el escozor del corte que atravesaba su palma.

Él la detuvo fácilmente, su mano se ancló alrededor de su cintura y la redirigió.

—¿Por qué irte? Tengo todas las cosas que necesitas.

—No quiero tu lengua cerca de mí —ella gruñó mientras él la empujaba al sofá, obligándola a quedarse allí.

Cuando ella luchó contra él, él la inmovilizó.