¿Te Atreves a Jurar el 104?

—Sophia, ¿puedes ser más racional, por favor? ¡Mírate ahora! ¡Estás actuando como una arpía!

—Todo es por culpa de esta maldita mujer, Emily —Sophia escupió fríamente, con los dientes apretados, como si quisiera hundir sus dientes en la carne de Emily—. ¡Si no fuera por ella, estaríamos felizmente casados!

—Emily se mantuvo en silencio, escuchando su conversación.

—Pero estaba claro que Sophia no iba a dejarla ir fácilmente. Continuó su diatriba —Es una mujer sin título universitario. Solo es apta para trabajos como limpieza o ser una criada. ¿Qué derecho tiene ella de ser la Señora Reed?

—Sophia, no utilicé ninguna triquiñuela para convertirme en la Señora Reed. Sabes por qué me casé —Emily se enfureció—. Fue el último deseo del abuelo de Nathan antes de morir. Nunca tuve la intención de obtener nada de este matrimonio. Simplemente accedí para cumplir el último pedido de un anciano.