259 Emma está en mis manos

—Está bien —el conductor agarró la manija de la puerta del coche de Jackson—. Me deben por el viaje. Pareces bastante acomodado, ¿por qué no ayudas a tus amigos y pagas?

Jackson levantó una ceja. —¿Te deben dinero?

—Así es —insistió el conductor.

—¿Cuánto? —preguntó Jackson.

—Con la tarifa de espera y el estrés emocional, ¡son dos mil dólares!

—Pensé que era mucho, pero son solo dos mil... —Jackson miró a Sophia, una sonrisa burlona jugaba en sus labios.

Sophia pareció estremecerse bajo su mirada y se acercó a Grace.

Grace también reconoció a Jackson y maldijo entre dientes.

Pero ahora no tenían otras opciones, todo dependía de lo que Jackson quisiera hacer.

—Dos mil dólares no es nada, puedo cubrir eso —Jackson se puso las gafas de sol, riendo entre dientes—. Conozco bastante bien al Sr. Morgan. No puedo simplemente ignorar a su esposa y a su... amante.

—¿Qué?!

—¿Esposa y... amante?

—¿¡Sophia no era su hija?! ¿Era una amante?!