Sangre de la madre 268

Cuando la verdad se desplegó ante ella, Emily apenas podía escuchar lo que Emma estaba diciendo. Solo veía moverse la boca de Emma, su expresión una mezcla de culpa y más prominentemente, resentimiento.

¿A quién resentía?

Fue la madre de Emily quien murió. ¿Qué derecho tenía Emma de sentir rencor?

—¡Emily! —¡Emily! ¿Quién la llamaba?

Emily frunció el ceño, sintiendo un dolor agudo en su mano. Su mano estaba sangrando.

Olivia se quedó petrificada ante la acción repentina de Emily, parada allí inmóvil. Jackson, aunque un poco más compuesto, también parecía angustiado.

La mano de Emily aún sostenía dos pedazos rotos de madera, con astillas esparcidas en el suelo. La madera estaba manchada con puntos rojo oscuro. Si fuera pintura o sangre, no estaba claro.