282 Secretos del Hotel Hilton

Todo la sangre se concentró en la cabeza de Emily, dejándola momentáneamente incapaz de reaccionar.

La mujer, aparentemente sin escuchar una respuesta, preguntó de nuevo —¿Hola? ¿Quién es?

Emily seguía en shock.

¡El Sr. Satanás le había dicho una vez que este número era su número privado! ¡Solo su asistente y ella lo sabían!

Pero, ¿por qué esta mujer estaba contestando su teléfono?

¿Lo había permitido el Sr. Satanás?

La voz de la mujer era desconocida. Emily estaba segura de que nunca la había escuchado antes. Esta mujer no era alguien que ella hubiera conocido.

Significaba una cosa. El Sr. Satanás había protegido bien a esta mujer.

¿Quién era ella...

Emily sentía sus dudas a punto de estallar de su cuerpo, pero su garganta se sentía como si estuviera llena de algodón, incapaz de articular una sola palabra.

La mujer murmuró, algo desconcertada —¿Por qué no hablas? La llamada se conectó...

—¿De quién es la llamada? —una voz masculina vino de la distancia.