283 Lavado de cerebro

Cuando Bryden llegó a casa, Mandy estaba al teléfono.

Al ver a Bryden regresar, Mandy terminó la llamada apresuradamente, hablando de manera algo antinatural —Bryden, ¿por qué has vuelto tan pronto? ¿No dijiste que tenías planes con un amigo y que no estarías en casa para cenar esta noche?

Bryden, notando el estado nervioso de Mandy, frunció el ceño y le recordó —Mamá, ¿estabas hablando con la señora Morgan otra vez? Deberías limitar tu contacto con ella; no es una buena persona.

Mandy, al verse descubierta, dejó de ocultarse y replicó —La señora Morgan es mi amiga. He sido ama de casa por más de veinte años, ¿y ahora ni siquiera puedo tener el derecho de hacer amigos? Tu abuela dirige esta casa y tu padre la escucha. No tengo libertad, ¿y ahora incluso tú quieres sermonearme? ¿Hay algún lugar para mí en esta casa?

Bryden no esperaba que su comentario casual provocara una reacción tan fuerte de su madre.