—Hey, Miranda, recuerda nuestro trato? Nada de decir "gracias" a mí —dijo Jackson con una sonrisa juguetona.
—Miranda rió suavemente, cubriéndose la boca. —Lo siento, olvidé de nuevo.
—Jackson rodó los ojos con fingida molestia. —Te olvidas cada vez, y siempre tengo que recordártelo.
—Mi error —contestó Miranda con una sonrisa.
—Hmph.
Al salir del salón de conferencias, Miranda no podía dejar de preocuparse por la capacidad de Amy para manejarse sola. Su tío Bert nunca había estado en Europa antes, y no hablaba italiano. Si se perdía, podría ser un gran problema. A regañadientes, le pidió a Jackson que la llevara al aeropuerto para encontrarse personalmente con su tío y asegurarse de su llegada segura.