394 Dejó atónita a la sala

La declaración de Emily agitó toda la sala.

Bob fue el primero en atacar:

—¿Parece que Miranda está bastante segura de sí misma? Este diseño no es solo mi trabajo; es el resultado de más de cien personas trabajando por más de un mes. ¿Y lo descartas con una sola frase? ¿No estás siendo demasiado confiada? —preguntó.

—Tengo todas las razones para estar confiada —respondió con calma Emily.

—¿Y cuál es esa razón? ¿Tu bonito rostro o tu impresionante pecho?

—Esos también. Gracias por el cumplido. Pero preferiría que te enfocaras en algo más que solo mi apariencia. De lo contrario, empezaré a pensar que solo tienes ojos que funcionan y tu cerebro solo sirve de adorno —replicó ella.

Bob no había esperado que ella contraatacara de manera tan asertiva. Fue tomado por sorpresa, y su cara se oscureció.

—Miranda, será mejor que tus habilidades estén a la altura de tu actitud. De lo contrario, solo arruinarás la poca buena voluntad que tienes —amenazó.