Steven soltó una risa ligera—. Pero hablaste un inglés americano tan fluido, ¿no? Si no escuché mal, tu acento es de Nueva York.
Emily frunció el ceño—. Steven, no entiendo a qué te refieres.
Steven sonrió disculpándose—. No quise ofender; solo espero que Miranda pueda regresar pronto a Nueva York para participar en el proyecto. Nuestro CEO tiene bastante urgencia al respecto.
—Bueno, necesito ir a casa a empacar. Tengo muchas pertenencias personales que llevar conmigo.
—Una vez que estés en Nueva York, Dylan se encargará de todas tus necesidades—alojamiento, comidas, todo. Solo necesitas hacer una lista, y Dylan la manejará sin preguntas.
En este punto, la conversación había tomado un aire de inevitabilidad.
Incluso Adam no tenía razón para objetar.