423 Anoche, Él Estaba Conmigo

Ken se recostó en su silla, tomando un sorbo de su café.

—Sabes, Miranda, siempre pensé que serías de las que mantienen las cosas de alto nivel y distantes, pero eres sorprendentemente accesible —sonrió, su comportamiento casual hacía que la conversación se sintiera más como una charla amistosa que como una plática de oficina.

Emily Carter—conocida aquí como Miranda—sonrió ligeramente mientras encendía su portátil.

—La gente tiende a tener todo tipo de ideas sobre mí.

Ken, siempre curioso, parecía tener una pregunta en mente.

—Oye, Miranda, ¿puedo preguntarte algo? —Emily no levantó la vista de su pantalla.

—Claro, adelante.

Los ojos de Ken brillaban de curiosidad.

—Entonces, ayer..., cuando el jefe os encerró a los dos en la oficina. ¿De qué se trataba eso?

Las manos de Emily se detuvieron por un segundo, pero rápidamente continuaron mientras organizaba unos documentos.