Capítulo 102: Escapar del Castillo

—Apreté a Penny contra mi pecho y liberé con toda la fuerza los poderes de la luz —rezaba para que la explosión de sol y calor no la hubiera herido. Oí al Rey Vampiro gritar, su voz tan aguda que hizo temblar a todo el castillo.

—Abrí los ojos, conteniendo la respiración, mientras empujaba a Penny, manteniéndola alejada a la distancia de un brazo para comprobar si tenía alguna herida. Pero entonces lo sentí, ese abrazo oscuro, esa red ennegrecida que solo una persona podría lanzar.

—Me volví hacia la entrada justo cuando el Rey Vampiro se esforzaba por ponerse de pie, su piel enrojecida y ampollada, en algunos lugares negra por las quemaduras. Levantó las manos hacia su rostro, inspeccionando el daño con ojos desorbitados.

Sus ojos se volvieron hacia mí, ardiendo con furia.