—Estaba jodidamente exhausto —admitió Xander—. No había forma de evitarlo. Habían pasado tres días y no creía haber dormido ni una sola vez. Primero, Zeke y yo teníamos que poner al día a Oliver sobre todo lo que estaba sucediendo en el reino de los Vampiros, el Reino de la Noche. Segundo, Zeke tuvo que guiarnos al castillo del Rey Nikolas, tarea que nos llevó el valor de dos noches de travesía. Por último, tuve que convencerlo de asaltar el castillo con Oliver y conmigo, y liberar no solo a la gente esclavizada que vivía en el castillo, sino también a Lena.