Capítulo 76: Un beso de buenas noches

Mila

Con Eros encerrado y todos nosotros de vuelta en la zona de los renegados en la posada de Soren, me sentí mucho más cómoda. Soren me instaló de nuevo en la habitación de invitados justo al lado de la suya. Había estado bastante ocupado cuando volvimos, poniéndose al tanto con Thomas y el resto de sus guerreros.

Soren también parecía muy relajado y me gustaba verlo en paz.

Aunque, no estaba segura de cuánto duraría esa paz. Eros fue solo el primero en acercarse a nosotros por el artefacto y los rumores que Soren había esparcido. Ambos sabíamos que no sería el último en venir por nosotros.

El trabajo que Soren hacía con Thomas y sus guerreros era importante y yo no quería estorbar.

Ellos tendrían que estar preparados cuando los otros vinieran detrás de mí.

Hasta entonces, descubrí que no tenía mucho que hacer y no podía quedarme encerrada en la posada todo el día.

Me permití entrar en la gran posada calle abajo de la de Soren.