Eros seguía de cerca a Ashley y Payne. Podía ver que Ashley estaba contenta con su presencia, pero Payne parecía receloso.
—Eros… qué casualidad encontrarte aquí —dije, manteniendo las cosas casuales. Sospechaba que había ido a la manada de Carno y descubierto que lo habíamos engañado.
Ahora estaba de vuelta buscando más información. No quería hacerlo sospechar actuando de manera sospechosa. Estaba trabajando duro para hacerlo parecer una completa coincidencia, así que necesitaba seguirle el juego.
—Eros vino a esta área buscando unas hierbas muy raras —explicó Ashley rápidamente—. Como sanador, siempre está recogiendo hierbas raras. Hay algunas que crecen aquí que no crecen en ningún otro lugar.
—Sí, me los encontré cuando se dirigían hacia fuera —confirmó Eros con un asentimiento.
—Justo nos encontramos con él —dijo Ashley, riendo con una risita.
Sonreí y asentí. —Bueno, qué coincidencia entonces.