Capítulo 100: Prepárate para lo peor

Mi corazón se inundó de calidez y tomé la mano de Soren. Él apretó mis dedos y sonrió con picardía. Con un tirón fuerte, me arrastró consigo.

Alcanzamos a Enzo y Payne en la puerta de entrada.

—No debería ser muy difícil encontrar las hierbas, ¿verdad? —pregunté.

Enzo se encogió de hombros. —Conozco algunos buenos lugares para buscar. Pero ha llovido mucho.

—Guía el camino —Payne señaló hacia la puerta.

Enzo nos llevó al patio delantero. El suelo estaba empapado y esponjoso bajo mis pies, sobresaturado de agua.

Todavía lloviznaba a nuestro alrededor, pero era más como una bruma que un aguacero. Bruma natural, no mágica.

Nos dirigimos hacia las montañas donde había estado el templo de la Diosa Luna. Me acerqué un poco más a Soren, recordando lo que había pasado la última vez que estuvimos allí.

—¡Oh, mierda! —La maldición de Enzo me sacó de mis pensamientos.

—¿Qué pasa? —preguntó Soren.