Capítulo 101 : Orgulloso de ti

—Señorita Mila... —Enzo tiró de mi manga, sacándome de mis pensamientos.

Miré a Enzo, quien tenía grandes ojeras bajo sus ojos. Debía estar exhausto. Sin embargo, no quería dejar el lado de su abuelo.

—No puedo perderlo... —murmuró. Enzo se movía alrededor de la cama, acomodando las almohadas de Carlos y arropándolo suavemente.

Deseaba poder hacer más. Sin embargo, después de revisar los diarios varias veces en los últimos días, estaba al límite de mi ingenio.

Suspiré. —Enzo, es tarde. Hemos hecho todo lo que podíamos por la noche. Deberías descansar.

—¡No! No voy a dejar su lado. ¿Y si

Puse mi mano en el hombro de Enzo. —No le serás de ayuda a tu abuelo si no mantienes tus fuerzas. ¿Por qué no comes algo? Yo lo cuidaré.