Capítulo 106: Un sueño roto

Me senté en un tronco caído en el borde del pueblo, esperando a los sobrevivientes de Norwind.

Soren y sus hombres habían reunido algunos suministros. Principalmente agua y un poco de comida. Sabía que Soren quería tener algo de comida para mí y para el bebé, pero una vez que nos pusiéramos en marcha, tendrían que cazar para alimentarse.

—Mila, es hora de irnos —dijo Soren, extendiéndome la mano para ayudarme a levantar.

Suspirando, tomé su mano y él me levantó.

—¿Qué sucede? —preguntó, pasando su pulgar sobre mis nudillos.

—Sabía que no todos vendrían pero… no pensé que nadie vendría —admití. Miré hacia abajo por el camino hacia la aldea.

Ningún miembro de Norwind había aparecido. Todos habían elegido quedarse atrás y jugársela con sus atacantes.