Alina lanzó una mirada furiosa a Lucas y dijo:
—¿Qué te hace pensar que puedes culparme? Te dije que no quería tener hijos. Incluso si diera a luz a este bebé, se sentiría avergonzado de tener un padre discapacitado como tú. Entonces, ¿por qué debería quedármelo?
—¡Alina! —Lucas apretó sus piernas.
—¿Y quién me incapacitó?
—Nunca te pedí que me salvaras. No tienes idea de cuánto deseaba morir en aquel entonces. Si ese fuera el caso, no tendría que sufrir tanto.
—¿Es porque has estado conmigo?
—Sí, sufro todo el tiempo. Estar contigo, cada segundo es doloroso para mí. —Alina dijo con firmeza.
Las manos de Lucas temblaban.
Su compañera acababa de decirle cuánto amaba a su hermano menor y lo doloroso que era estar con él.
—Si Connor conociera tu verdadera naturaleza, ¿crees que te volvería a mirar?