Margaret se llevó un gran susto cuando se enteró de que Edric había corrido el riesgo de ser atropellado por un coche para salvar a Irene. Ya se había lastimado por ella la vez anterior. Margaret sentía cada vez más que Irene solo traería mala suerte. Si esto seguía así, Irene sería la muerte de Edric.
¡Tenía que sacar a Irene de San Fetillo lo antes posible! María dijo que la casa de Irene se había quemado y no tenía dónde quedarse. Además, también había perdido su trabajo. Parecía el momento adecuado para echar leña al fuego. Margaret usaría esto para negociar con Irene y persuadirla de que se fuera de San Fetillo.
Margaret sintió que ahora era su oportunidad. Le hizo una llamada telefónica a Irene.
—¿Sra. Myers? ¿Qué sucede? —Irene habló en un tono distante; escuchar la voz de Margaret la incomodaba.
—Bueno, acabo de ver las noticias y me enteré de lo que pasó con tu casa. Te acompaño en el sentimiento —dijo Margaret.