Edric estaba en la puerta con una expresión sombría. Había recibido una llamada de Lily informándole que Margaret había ido a donde Irene. Aunque Margaret tenía mal genio, Irene tampoco se dejaba manejar.
Había estado preocupado de que ocurriera un choque entre ellas. Por eso, se apresuró a ir de inmediato. Sin embargo, Edric escuchó a Margaret rogándole a Irene en la puerta, a lo que Irene preguntó si Edric era un animal. En ese momento, Edric se enfureció.
—¿Por qué estás aquí? —Margaret se sobresaltó por la llegada de Edric. Edric no le respondió. En cambio, clavó sus ojos en Irene fijamente por un momento antes de extender su mano—. Señorita Nelson, es un placer conocerla. Soy Edric, y no soy el animal que piensa que soy.
Irene hizo caso omiso a su mano extendida. —Señora Myers, no tengo nada que decirte. Espero que nunca vuelvas a comportarte de manera infantil. No me llames por teléfono y no me busques en mi lugar de trabajo.