—¿Por qué no he visto a Jordan recientemente? —preguntó Thomas.
—Tío Thomas, Jordan está comprometido. También renuncié a mi trabajo y encontré uno nuevo —respondió Irene guardando silencio por un momento antes de responder.
—¿Cuándo ocurrió esto? —preguntó Thomas sorprendido.
—Hace algunos días —respondió Irene.
—¡Ese bastardo! De tal palo, tal astilla. ¡Ambos son unos bastardos! —enfurecido, Thomas maldijo a Jordan.
Thomas había pensado inicialmente que Jordan era digno de Irene, como alguien que la protegería toda su vida. Pero, no esperaba estar tan equivocado. La situación ahora era exactamente la misma que la de Malcolm y Myra. Myra quedó esperando a Malcolm, quien se casó con Lydia sin previo aviso ni explicación.
—No lo culpes. ¡La culpa es mía! ¡Es mi culpa! —Irene sonrió amargamente y le contó a Thomas lo que había pasado.