Margaret vio que la figura de Irene era muy delgada. Sabía que estaba preocupada por la salud de Eden, así que le consoló y le dio algunos consejos. La prioridad de Irene era cuidarse para asegurar que el bebé en su vientre se desarrollara de manera saludable, y la enfermedad de Eden también podría curarse a tiempo.
Después de hablar un rato, Margaret se despidió y se fue. De camino a casa, Margaret seguía preocupada. Irene era tan delgada y débil, ¿sería su bebé sano? Tenía que encontrar una manera de hacer que Irene ganara más peso. Margaret pensó en comprar algunos alimentos nutritivos para nutrir el cuerpo de Irene.