Mientras la cabeza de Rowane era un lío, se abrió la puerta. Sophia entró con un tazón en la mano —Señorita Jodie, ¿todavía no ha dormido?
Rowane asintió y Sophia le pasó un tazón de sopa —Como no ha comido nada esta noche, le he preparado un poco de sopa. Tómela.
—¡Gracias, Sophia! —Rowane se sintió muy conmovida.
—No tienes que agradecerme. Estás embarazada ahora, así que necesitas consumir más alimentos nutritivos. Es nuestra responsabilidad cuidarte.
Al escuchar las palabras de Sophia, el rostro de Rowane se ensombreció. ¿Qué quería decir con eso? Aún se desconocía si podría dar a luz a ese niño o no.
Como Sophia había trabajado para la familia White durante tantos años, su habilidad para observar las expresiones de las personas era naturalmente extraordinaria. Al ver la expresión de Rowane, supo que debía de estar sintiéndose inquieta. Preguntó con cautela —Señorita Jodie, ¿qué va a hacer ahora?
Rowane le dio a Sophia una mirada dolorida —Tampoco lo sé.