—Le agradezco por esta oportunidad, Alfa Fobos —hay esa deliberada frialdad distante en su voz que hace que mi macho muestre sus dientes en advertencia, él no tolerará tal falta de respeto.
—¿Es realmente así como deseas despedirte de mí?
—Después de que abandonaste a mi madre y a mí, ¿cómo más desearía despedirme de ti?
—Sabes la razón detrás de ello. Como un Alfa, no puedo permitir que mis emociones me controlen —Argus desvía su atención hacia Tadeas y luego vuelve a mirar fijamente a Fobos. Quiere decirle algo, pero se mantiene con los labios sellados—. Dilo. Lo que sea que desees decir, lo escucharé.
—Creí que compartía un vínculo cercano contigo, uno que no podía tener con mi padre. Pero estaba equivocado —los azules de Fobos se suavizan y él intenta abrazar y consolar al cachorro perturbado que solo da un brusco paso hacia atrás creando distancia entre ambos y esto hiere a mi macho.
—No estabas equivocado porque aún compartimos ese vínculo, Argus.