Indudablemente - Parte【7】

Los materiales de arte rebosan de los armarios, desde pinceles, papeles, pinturas hasta lienzos en blanco esperando ser portadores de su propio viaje. Al frente hay un pequeño caballete, uno destinado a sostener mi trabajo en curso y puedo ver que está hecho por él, no canjeado, pues mis iniciales están talladas en sus dos patas. —Recuerda que te dije que deseo que continúes con tus aficiones, esta será tu habitación para el arte. Puedes venir aquí para pasar tiempo contigo misma.

Él entra con elegancia y mira mis obras con asombro y las cimas de sus labios se curvan en una sonrisa tierna. —Son verdaderamente impresionantes. Cuando estabas en Italia, pasé bastante tiempo aquí tratando de comprender el significado que tenían y algunos pude descifrar, pero el resto simplemente lo dejé a mi imaginación —él es el único macho que ha sido tan alentador y fascinado por mi trabajo. Mi único verdadero fan.