—Nada. Simplemente quiero que hagas esto por mí.
—¿Me darás tiempo? No es un asunto sencillo, me gustaría reflexionar primero y luego hablar con nuestros lobos sobre esto —declara mientras se levanta para ponerse de pie y me coloca delante de él sosteniéndome por la cintura.
—Toma todo el tiempo que necesites, mi bárbaro —murmuro en medio de mi creciente sonrisa mientras salto hacia arriba sobre las puntas de mis pies para darle un beso amoroso en la mejilla que me hace ganar un beso en la mejilla también de mi macho.
—Discutiré esto con nuestros guerreros más tarde esta noche, primero necesitamos recoger a tu pequeña bestia, probablemente está causando demasiados problemas a Drakho y Awan. Sabes cuán rápido se ha vuelto con su gateo.