Las palabras no consiguieron salvar sus diferencias; después de discutir sobre los negocios, no intercambiaron ni una cortesía.
Uno llevaba una cara fría, el otro un puchero despectivo, mientras entraban a la Casa Qin, uno tras otro.
Dentro, Zhouzhou estaba ansiosamente presentando a los miembros de la familia Qin a Lu Qing. Abuela Qin, con una sonrisa cálida, trajo un plato de frutas y preguntó con curiosidad —Zhouzhou, ¿cuántos hermanos mayores tienes?
Zhouzhou echó un vistazo a sus regordetas manitas, extendió una y levantó dos dedos con la otra, respondiendo dulcemente —Siete.
—Tantos —comentó Abuela Qin sorprendida. Además de Lu Qing, había conocido al hermano mayor y al tercer hermano mayor, quedando cuatro aún por ver.
No pudo evitar preguntar —¿Cómo son tus otros hermanos mayores?