*Giovani*
A pesar de mis miradas significativas a Alessandro para intentar comunicarle que se quedara callado, no consiguió mantener la boca cerrada. No es que deseara que lo hubieran amordazado, pero maldita sea, habría sido más fácil de manejar si no pudiera hablar.
—Eres un idiota —me gruñó, aún de rodillas—. ¿Por qué coño te estás sacrificando por mí?
Enzo sonrió detrás de él, aún presionando su pistola contra la nuca de Alessandro. Forcé una expresión neutra en mi rostro, pero más que nada quería alejar a Alessandro de esa pistola. Era espantoso saber que con un pequeño tirón del gatillo, Enzo podría quitarle la vida a Alessandro.
—Eres familia. Haría cualquier cosa por mi familia —le dije sinceramente a Alessandro—. Había sido un verdadero dolor en el culo durante las últimas semanas, pero eso no cambiaba el hecho de que estaría dispuesto a morir por él. La familia lo era todo para mí. Si no podía proteger a mi familia, no valía nada como un Don.