Capítulo 386: Confía en Mí

*Olivia*

—Me recosté lentamente en una silla en la cocina, pasando la mano sobre mi abultado vientre con una sonrisa suave —continué narrando. Al otro lado de la habitación, Gio, con las líneas de su rostro más marcadas que cuando lo conocí, hacía volar a nuestro hijo mayor por el aire mientras él reía con pura alegría.

El pequeño Enzo cumpliría tres años a fin de mes, pero aún le encantaba el juego que pronunciaba "ay-play" en lugar de avión. Gio levantó la vista de repente y me descubrió mirándolo —añadí. —Le hice un saludo tímido, palmeando mi estómago, donde aún crecían nuestros gemelos. Él simplemente sonrió y levantó a Enzo para otra ronda.