CAPÍTULO 15

PUNTO DE VISTA DE AMELIA

El miedo me recorría como un cable vivo y me preocupaba que pudiera escuchar mi corazón latiendo fuera de mi pecho. Temía que, debido a lo rápido que latía, se rompería a través de mi pecho y salpicaría en el suelo delante de nosotros. Eso sería un espectáculo desordenado, pero sería mejor que el miedo palpable.

Él era alto, diría que mide al menos un pie más que yo. Apenas llegaba a la mitad de su pecho y no era solo alto, era enorme. Parecía que hacía ejercicio todos los días y tenía un buen físico. Me aterraba él y aunque la chica amable de antes, Clara, me había dicho que no me haría daño, no podía hacerme creerla.

Confío en ella, pero nada en este Alfa parece calmado y perdonador. El traje que llevaba transmitía una vibra de majestuosidad y terror, y no podía evitar preguntarme qué me haría. Tal vez me castigaría por haber tropezado con su territorio y huir de él, o tal vez solo me desterraría de la manada.