CAPÍTULO 20

PERSPECTIVA DE AMELIA

Clara me llevó al frente de un edificio realmente grande. Tenía paredes de vidrio pero no podía ver el interior y ella me explicó que eran espejos unidireccionales. Había un guardia de aspecto aterrador frente a las puertas revisando a las personas que entraban y sentí un escalofrío en la piel ante la idea de tener que hablar con él.

Durante el viaje, ella me había explicado la estructura básica de las cosas que tendría que hacer. Dijo que tendría que encontrarme con una mujer en el mostrador que solo me pediría mis detalles y me emitiría una nueva tarjeta de identidad. Tendría que hacer algunas preguntas invasivas sobre mi familia pero para mi seguridad y comodidad, la habían llamado con anticipación para que pudiera tener la entrevista en un lugar tranquilo sin que la gente escuchara.

—Desafortunadamente, no puedo entrar contigo —dijo Clara y yo le lancé una mirada de ojos muy abiertos.