PUNTO DE VISTA DE KADEN
Me tomó cada onza de autocontrol que había dominado a lo largo de los años para no responderle a Gregorio. Me quedé allí inmóvil, intentando descifrar si había escuchado bien cuando él tachó a su propia hija de traidora. Podía ver que Caleb contenía la respiración, esperando mi reacción, pero me mantuve perfectamente silencioso sin decir una palabra.
Intenté reconciliar la narrativa que acababa de pintar de Amelia con la chica asustada que tropezó con mi frontera y simplemente no podía verlo. No podía imaginar una realidad donde Amelia fuera una traidora o algo siquiera relacionado con ser una traidora. No la conocía desde hace mucho, pero yo sabía, y mi lobo también, que ella no era lo que Gregorio decía que era.