CAPÍTULO 38

P.O.V. DE KADEN

Todo el mundo me miraba y esperaba desesperadamente a que les diera una razón por la cual me había levantado con tanta urgencia. Podía sentir a Gregorio mirándome con interés apenas contenido como si de alguna manera pudiera obtener respuestas de mi rostro, mientras que Caleb me miraba preocupado. No había recibido el vínculo mental como yo así que estaba completamente a oscuras y sabía que odiaba eso.

Después de unos segundos, me aclaré la garganta y enderecé el cuello de mi camisa luego me sacudí una pelusa invisible de la ropa para parecer desinteresado.

—Me temo que tengo un asunto importante del que encargarme —dije y con una mirada firme a Caleb, él se levantó rápidamente también.