CAPÍTULO 60

P.O.V. DE KADEN

Miré cómo Amelia desaparecía por las escaleras hacia mi oficina privada. Sabía que estaba corriendo un gran riesgo al pedirle que estuviera presente, pero me pareció una mejor alternativa que dejarla en la casa de Clara donde él podría entrar fácilmente para encontrarla.

Si fuera por mí, no estaríamos teniendo la reunión pero necesitábamos abordar el problema de los pícaros que había estado plagando no solo esta manada sino otras. Muchas manadas se habían quejado de ello y necesitábamos sentarnos y encontrar una manera de resolverlo. Nunca celebré reuniones como esta en la oficina de la manada, había un edificio con un salón designado para estas cosas porque la mayoría de las reuniones con Alfas terminaban en derramamiento de sangre.