CAPÍTULO 90

PUNTO DE VISTA DE AMELIA

Kaden pasó de preocupado a confundido a excitado en menos de tres segundos. Un segundo estaba abriendo la boca presumiblemente para regañarme por cerrar la puerta con llave y hacerle preocuparse y al siguiente, la estaba cerrando y mirándome con unos ojos tan oscuros que no podía distinguir sus pupilas. Estiró la mano hacia mí pero di un paso atrás y le indiqué que entrara. Por una vez, Kaden no protestó. Simplemente asintió y hizo lo que le había pedido.

Cerré la puerta con llave detrás de él y me apoyé en ella. —¿Qué te parezco? Es un atuendo nuevo y pensé que debía probármelo. ¿Te gusta? —pregunté.

—¿Gustar? —se burló—. Me encanta. Me gustaría aun más si me dejaras tocarte con él puesto. ¿Dónde lo conseguiste?

—Clara me lo compró —expliqué mientras me acercaba a él.