PUNTO DE VISTA DE AMELIA
Vi la sorpresa registrarse en su rostro mientras mis palabras llenaban el aire entre nosotros. Abrió y cerró la boca pero no salían palabras. Mi mente ya estaba imaginando lo peor, pero me obligué a contenerme, me obligué a esperar una respuesta de él. No iba a sacar conclusiones hasta que él me diera una buena razón para hacerlo.
—¿Dónde escuchaste ese nombre? —preguntó y me encogí de hombros.
—¿Importa? Claramente sabes de qué o quién estoy hablando. No quiero pelear, Kaden, solo quiero que seas honesto conmigo. ¿Quién es Nadine y qué es ella para ti? ¿Es alguien con quien estás saliendo?
—Por supuesto que no —miró insultado de que siquiera sugiriera eso. Cruzó la longitud de la habitación hasta que estuvo frente a mí—. ¿De eso se trata esto? ¿Pensaste que te estaba engañando? Nunca haría eso.