CAPÍTULO 125

P.O.V DE KADEN

Sabía al instante en que dejé a Amelia que no debía haberlo hecho pero simplemente no podía obligar a mis piernas a moverse de regreso hacia ella. Había tanto que quería decirle pero ¿cómo podría? En cuanto mis recuerdos comenzaron a volver por su cuenta, supe que estaba en problemas. ¿Cómo le decía a la mujer a la que llamaba mi compañera que la mujer tendida en la cama era mi verdadera compañera? No podía recordarlo todo pero podía recordar claramente el día que nos conocimos.

Destacaba en la mar de gente. Crucé miradas con ella e inmediatamente supe. Sin palabras, sin argumentos, solo la vi y ella me sonrió y supe que estaba perdido. Me guiñó un ojo y huyó. La perseguí en la noche y eso era todo lo que podía recordar. Todavía no sabía qué me hizo irme o qué la hizo irse a ella. No podía evitar preguntarme si mi madre había tenido algo que ver.

—¿Cuál es la actualización? —pregunté tan pronto como entré a la habitación.