CAPÍTULO 151

PUNTO DE VISTA DE AMELIA

Mantuve mis ojos en el espejo viendo cómo Kaden me penetraba por detrás. Nunca había sentido algo tan intenso antes. Casi no podía reconocer a la mujer que me miraba en el espejo. Era toda una mujer, todas curvas redondeadas, su boca estaba abierta mientras el placer la desgarraba y su cabello era tirado hacia atrás por una mano firme: la de Kaden.

Una cosa era sentir a Kaden, otra muy distinta era verlo: vernos: ver cuán bien encajábamos juntos, ver cómo nos movíamos juntos. Ver cómo me follaba contra el lavabo una y otra vez, ver cómo con cada embestida, perdía un poco más la mente. Era una imagen que sabía que jamás podría borrar de mi cerebro, no importa qué. Era una que quería grabada en mi subconsciente hasta que muriera.