Punto de Vista de Sophia
Me desperté cuando sentí besos suaves en mi cuello. Sonreí y levanté mi mano para enredar mis dedos en el cabello de Hunter.
—Buenos días, Ángel —murmuró él, su voz era baja y ronca.
Mi vientre bajo hormigueaba y tuve que contener un gemido. Él podía hacer que pasara todo tipo de cosas curiosas dentro de mí solo hablando.
Abrí los ojos y lo vi sonriéndome. Mi corazón se aceleró y sentí que me derretía.
—Despertar a tu lado es lo más increíble que he experimentado —dijo mientras se inclinaba y dejaba un beso suave en mis labios.
Lo besé a cambio y sonreí. Estaba completamente de acuerdo con él. Nada sería tan increíble como despertar con sus labios pegados a mi cuello.
—Espero que podamos hacer esto todo el tiempo —dije en voz baja.
Hunter acunó mis mejillas y me miró seriamente.
—Lo haremos, Sophia —dijo él—. Jamás volveré a dormir sin ti.
Se inclinó y me besó. Sonreí y puse mi mano sobre la suya.