Punto de Vista de Logan
Todo mi cuerpo gritaba de dolor.
No solo porque Emma estaba sufriendo, sino porque no podía sostenerla en mis brazos. Podía verla y solo había una delgada pared entre nosotros, pero no podía tomarla en mis brazos. No podía sentir su piel contra la mía. No podía besarla. No podía hacer una mierda y eso me estaba volviendo loco de remate.
El dolor que Emma estaba sintiendo de repente cambió. Ya no era tan intenso. Era sordo y soportable.
Mi corazón se aceleró. ¿Eso significaba que ella despertaría? ¿Significaba que no iba a perderla?
Dejé ir a mi hijo y me acerqué a la ventana.
—Emma, cariño, por favor —lloré mientras intentaba enfocarme en su pecho.
Juro que podía verlo moverse un poco.
—¡Emma! —volví a gritar—. Por favor, cariño, por favor.