CAPÍTULO 297 Por Un Rato

Punto de Vista de Logan

Me incliné y le di un beso en los labios a Emma.

—Despierta, cariño, vamos —grité, tratando de ignorar los gritos de Andrés.

Ella abrió los ojos de nuevo y me miró. Estaba seguro de que mi corazón se detendría. Sus ojos eran azules. Era ella. Era mi Emma.

—Oh, Diosa —grité—. ¡Eres tú!

La besé de nuevo y sollocé. Ella gimió suavemente e intentó levantar su mano. Aunque estaba demasiado débil. Tomé su mano en la mía y la levanté un poco. La colocó contra mi mejilla y me dio una pequeña sonrisa.

—La vencí —murmuró suavemente—. Ella se ha ido.

Sonreí a través de mis lágrimas.

—Sabía que lo harías, cariño —dije mientras colocaba otro beso en sus labios—. Nunca lo dudé ni un segundo.

Emma intentó darme una sonrisa débil, pero en su lugar gimió.

—¿Qué te duele, cariño? —pregunté, entrando un poco en pánico.

Ella sacudió un poco la cabeza y forzó una pequeña sonrisa en su rostro.

—Estoy bien —murmuró—. Se pasará.