Capítulo 8 Su Alfa Compañero 8

Zack estaba jodido.

Su lobo rogaba ser liberado y él luchaba para mantenerlo dentro.

—¡Cálmate ahora! —dijo Zack.

—¡Al compañero! ¡Marcos compañero! ¡El compañero es nuestro!

Su respiración se volvió irregular mientras su lobo se fortalecía con cada momento que pasaba. El olor de ella intensificó su deseo de ser liberado.

Sus dedos se aferraron al borde de la mesa con fuerza, volviendo sus nudillos blancos. Un fuerte rugido se le escapó cuando su lobo emergió.

Maldita sea.

—¡Quédate abajo! No puedes salir —demandó Zack.

—¡Compañero! ¡Ir al compañero ahora!

Dickson no se preocupaba por nada ni nadie excepto por Freya en ese momento, lo cual era bueno y malo. La mala noticia era que estaba listo para lastimar o matar a cualquiera que se interpusiera en su camino. La buena noticia era que Zack podía convencerlo de calmarse usando a Freya como cebo.

—La vas a asustar. No te querrá —dijo Zack.

Inmediatamente se calmó ante lo que dijo Zack, pero no se rindió.