Félix podía sentir que Jasper escrutaba su rostro en busca de alguna reacción mientras se dirigía hacia el mini-bar y se servía un chupito de whisky.
Necesitaba algo para calmar sus nervios y apaciguar a su lobo, que aullaba furioso ante la certeza de que Jasper había matado a su compañera.
Félix se giró para enfrentar a Jasper y se tragó el vaso de un sorbo, saboreando la propagación del líquido ardiente mientras su calor bajaba por su garganta y se irradiaba hacia afuera, permitiendo que una sensación de calma lo invadiera mientras fijaba su mirada firme en su hermano.
—Ann no está muerta, Jasper —dijo con calma mientras la cara de Jasper se fruncía en confusión.
La reacción de él fue instantánea.
—No, eso no es posible —riéndose mientras negaba con la cabeza—. Sé de hecho que ya no está viva, si has oído lo contrario entonces solo están encubriéndolo para ganar tiempo para que un nuevo Rey Alfa suceda al trono y evitar disturbios.