Vicente

—LA MIRADA de Valéric bajó de sus ojos hacia sus labios ligeramente entreabiertos, y él bebió una cucharada de jarabe —reluctante—, pero se inclinó, fusionando sus labios con los de ella y alimentándola con el jarabe. No se retiró hasta estar seguro de que lo había tragado.

—Un suave suspiro escapó de su boca, y él se retiró, levantando la cabeza para mirar el techo. La chispa, una y otra vez, estaba allí, a pesar de lo diminuta que era. ¡No podía ser una alucinación, imposible! No se había vuelto loco, ¿verdad?

—Vicente...—fue un murmullo bajo, que lo incitó a bajar la vista hacia Stella, que se retorcía fríamente en la cama bajo el esponjoso edredón.

—¿Vicente?

—Su ceño se arqueó y una mueca se instaló en su rostro en el segundo en que sus manos se estiraron, agarrándolo —Vicente, tengo mucho frío. Abrázame, por favor".