¿Huir?

VALÉRICO inclinó la cabeza hacia ella.

—¿Por qué preguntas?

—Quiero decir, estoy segura de que nunca has hecho esto antes, y estoy segura de que algunos de tus trabajadores podrían mirarte con ojos de juicio. Aunque huela a ti, algunos de ellos podrían haber distinguido que soy un omega recesivo. No tienes que conseguirme algo de comer. Simplemente comeré cuando lleguemos a casa —Stella le sonrió preocupadamente.

Ella conocía muy bien el tipo de mundo en el que vivían. Seguramente hablarían sobre él, y aquellos que pudieran distinguir lo que ella era se preguntarían por qué un hombre como él haría esto por un omega recesivo, o incluso estaría con ella en primer lugar.

Valérico levantó una ceja y giró la manija de la puerta. —Te pregunté qué querías comer —Y salió, cerrando la puerta detrás de él. Stella se quedó mirando y suspiró, girándose para apoyar la cabeza contra el escritorio.