BASURA

—La basura siempre será basura —Julieta se rió con ella y luego jadeó alarmada al siguiente momento, en cuanto la puerta de uno de los baños se abrió.

Magdalena se agarró el pecho y se giraron, vislumbrando a Stella a través del espejo con el rabillo del ojo.

—Una sonrisa, y Stella cerró la puerta para caminar hacia el lavabo. Abrió el grifo, se lavó las manos y salió sin decirles una palabra, pero ellas se interpusieron en su camino, bloqueando su paso.

—Sus ojos se estrecharon con odio hacia ellas y respiró —Apartaos de mi camino.

—Ellas le sonrieron con desdén —No —dijo Julieta—. Realmente tienes agallas, ¿sabes? Entrando ahí como si fueras una especie de princesa y mirándonos por encima del hombro. ¿Quién te crees que eres? ¡Zorra vendida!

—Las manos de Stella se cerraron en puños —Apartaos de mi camino. No me hagan repetirlo de nuevo.