Capítulo Equivocado 2

Todos lanzaban silenciosamente locas preguntas, pero no encontraban ni una sola respuesta para ellas.

Vicente, por otro lado, hizo añicos su copa de vino con su mero agarre, incapaz de apartar la vista de ellos—de Stella, su prometida. Tenía todas las ganas de acercarse a ellos y arrancarla de su abrazo. Tenía todas las ganas de salir de ese salón arrastrándola consigo, pero no podía—no podía hacer una maldita cosa. Así que todo lo que hizo fue ver su mano sangrar y mirar con ojos asesinos.

Pero su odio no era lo único que se extendía por toda la habitación. Otra figura bien conocida se levantó, una que una vez fue anunciada como prometida de Valérico. Todos los ojos estaban puestos en ella, juzgando y preguntándose qué estaba pasando. ¿No debería ser ella la que estuviera allí con Valérico? ¿No debería ser ella la que el hombre estaba apoyando? ¿Por qué estaba él con otra mujer y ella estaba de pie sola?

Ahora, todos estaban completamente confundidos.