[Recomendación Musical: Elfen Lied Ost - Lilium.]
—¡HE DICHO QUE NO ESCAPARÁS! —gritó Aria mientras conjuraba una nube oscura justo encima del gran lobo. La nube oscura se hacía más y más grande, y Cisne pudo ver relámpagos dentro de la nube oscura. Sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal al tener un mal presentimiento sobre lo que sucedería a continuación.
—¡GALE! ¡ENCIMA DE TI! —gritó Cisne, y Gale sintió el peligro. Rápidamente dejó caer a Cisne al suelo y la protegió con su gran cuerpo, asegurándose de que Cisne estaría a salvo.
Aria voló alto en el cielo y sonrió de oreja a oreja al ver al gran lobo y al ángel en un estado desesperado.