—Mi tío no había estado soltero todos estos años—Gianna habló con cuidado, controlando sus palabras—. "Tenía a una chica en su corazón. No durante un año o dos, sino durante toda una década. Y eso solo explica cuán devoto debió haber sido a ella. Nadie pudo disuadir su corazón, ni siquiera la distancia de millas que compartieron. Él había sido el único
—...mujer que había amado en toda su vida —Arwen lo terminó por ella, antes de seguir adelante—. "La única mujer que le había enseñado a mantener las promesas y luego vivirlas hasta el final".
Gianna se quedó atónita por un segundo. Miraba a Arwen, parpadeando en confusión. —¿Cómo lo sabes? —preguntó.
Arwen sonrió. —Lo he sabido desde siempre —dijo, su expresión no mostraba ni una pizca de sorpresa—. "Nunca lo ocultó de mí. Me lo contó el mismo día en que le pregunté, sin siquiera dudar, como si nunca tuviera planes de mantenerme en la oscuridad".